Fundación sin fines de lucro para el rescate animal
Esperanza Animal desde 2014.
Adriana Alvarado Fundadora y activista.
Valencia - Venezuela
Somos un santuario de amor, que lucha por segundas oportunidades.
Nacimos del dolor de ver a los más inocentes sufrir… pero también del inmenso amor que puede transformar una vida.
Mi nombre es Adriana Alvarado tengo 42 años y desde niña aprendí de mis padres a respetar la vida, especialmente la de los perritos. En el 2014, en medio de la dura crisis en Venezuela, comencé a notar cómo el abandono se volvía cada vez más cruel. En la zona industrial de nuestra ciudad, donde muchas empresas cerraban sus puertas, personas sin corazón dejaban a sus perros atados, condenados a morir en el olvido.
No podía quedarme de brazos cruzados. Después de mi jornada laboral, junto a otra persona que compartía esta sensibilidad, comenzamos a llevarles comida, a curarlos, a hablar con los vigilantes para que nos dejaran usar los espacios vacíos como refugios temporales. Un veterinario solidario se unió a la causa. Con lo poco que teníamos, vacunábamos, esterilizábamos y sanábamos cuerpos… y corazones.
Pero nuestros recursos no eran suficientes. Fue entonces cuando, con el corazón lleno de esperanza, decidimos formalizar nuestra labor: nació legalmente Esperanza Animal en 2014. Desde entonces, hemos tocado muchas vidas, humanas y animales.
Gracias a la generosidad de mi padre, hoy contamos con un espacio físico: un santuario lleno de historias de resiliencia, donde cada ladrido es un canto de agradecimiento.
Esperanza Animal no es solo un refugio. Es un hogar. Es la voz de los que no pueden pedir ayuda. Es una familia que cree que cada vida importa, y que con amor, compromiso y solidaridad, sí se puede cambiar el mundo de un ser indefenso.